martes, 4 de diciembre de 2007



Jeanete Awad


VICEPDTA. DE PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO Y COMUNICACIÓN DE SODEXHO EN SUDAMÉRICA:





"LAS MUJERES DEBEN APRENDER A DECIR 'VALGO ESTO"








El primer trabajo que tuvo esta ingeniera comercial fue como product manager de una fábrica de camisas. Al principio tuvo que estar en una de las bodegas contando botones y alfileres. "Cuando sales de la universidad estás con una energía enorme, hay temores, inseguridades lógicas, pero lo más importante es no tener miedo a hacer el trabajo sucio, hay que hacer de todo. Así fueron mis dos primeros meses laborales", describe esta madre de dos hijos que, por su trabajo, viaja 120 días al año.




Esa humildad le sirvió para construir su futuro y formar carácter sin precipitarse, sin querer resultados inmediatos. "Hay que tener paciencia y perseverancia. Uno al principio cree que se las sabe todas y las nuevas generaciones tienden a querer que el éxito y el reconocimiento lleguen altiro. En mi caso, todo fue paso a paso. Y, siempre, desde que inicié mi carrera, he privilegiado mi desarrollo profesional. A lo mejor no empecé con salarios que estuvieran muy por sobre el mercado, pero le di prioridad a tener aprendizaje'.


Para Jeanete el aumento salarial no pasa por una negociación ni por una estrategia, sino por hacer bien el trabajo, ser segura de sí misma, que esa actividad realmente le apasione y transmitir esa motivación. "Que suban el sueldo es una consecuencia. Yo he tenido la suerte de que mis variaciones salariales han sido la respuesta natural de la empresa a mi desempeño, pero no es algo que una tenga que estar negociando continuamente".Sabe que las mujeres cargan con un estigma, con un peso cultural que les juega en contra a la hora de establecer el dinero que ganan. "Situaciones cotidianas como tener que llevar un hijo al médico, o irse antes para buscarlo al colegio tienen una connotación negativa en la mujer.


Sin embargo, si es un hombre el que lo hace, se le bautiza como "buen padre"... La mujer tiene que aprender a autovalorarse y dejar de asumir esas actividades familiares como si estuviera pidiéndole un favor al jefe. Hay que aprender a decir esto es lo que valgo yo. Ése sería el primer paso para generar un cambio de mentalidad'.Asimismo, siente que si se llegara a aprobar una ley para aplicar el principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres, podría provocar un efecto contrario en los empleadores. "Rigidizaría los contratos y se podría aumentar la percepción de que emplear a una mujer significa mayor costo. Una ley no solucionará este tema porque es un asunto más profundo".

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